Las puertas del Salone del Mobile, Milán, la cita ineludible del sector a nivel internacional, y el escaparate de la creatividad, la innovación y la calidad por excelencia, acaban de cerrarse.

Un resultado extremadamente positivo.

Un total de 434.509 personas asistieron a la 57ª edición del Salone del Mobile, Milán, en 6 días, de 188 países diferentes, lograron un aumento del 17% en comparación con la edición de 2016, que presentó por última vez las exposiciones bienales de cocina y baño, y un aumento del 26% en comparación con la edición de 2017.

1.841 expositores exhibieron sus productos en el Salone del Mobile, la Exposición Internacional de Accesorios de Equipamiento, EuroCucina y la Exposición Internacional de Baño, más los 650 diseñadores menores de 35 años que se presentaron en Salone Satellite. Una amplia gama de exhibiciones que combinan calidad y creatividad, gracias al arduo trabajo, el compromiso y la inversión en investigación de las principales compañías del sector.

El Salone del Mobile se celebró simultáneamente con la Exposición Internacional de Accesorios de Equipamiento, dividida en las siguientes categorías de estilo: Clásico: tradición en el futuro, se basa en los valores de la tradición, la artesanía y la habilidad en el arte de hacer muebles y objetos en el estilo clásico; Diseño: productos que hablan de funcionalidad, innovación y que cuentan con un gran sentido del estilo y xLux: la sección dedicada a la lectura de lujo a temporal en clave contemporánea.

Ha habido muchos y variados enfoques de estilo, desde el organicismo hasta el regreso a lo clásico, a la búsqueda de la pureza y la fantasía. Una característica común a todas las tendencias fue la recuperación del valor narrativo de los objetos y su capacidad para crear un ambiente. Los muebles, las lámparas y los objetos se adaptan a este estilo, «calentando» sus imágenes con maderas nobles, acabados preciosos, tejidos envolventes y, especialmente, un tipo muy particular de tacto. El equipamiento en 2018 requiere ser acariciado tanto por el ojo como por la mano. «No hay presencias neutrales capaces de expresar nuestras ideas, nuestras pasiones» narran.